Oct 21
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Habitualmente no suelo hacer un uso frecuente de los servicios sanitarios, afortunadamente no los necesito pero, esta semana estoy enfermo en casa con un gripazo de aupa y una disfonía de caballo. He quedado alucinado con lo mal que funciona el CAP Ramona Vía (El Prat de Llobregat, Barcelona), centro al que me toca ir.
El caso es que el pasado lunes tuve que coger número de urgencia para visitar a un doctor, que no mi doctora de cabecera ya que cuando vas de urgencia te toca el que te toca, ya que me levanté con fiebre alta, una cantidad abundante de mocosidad, tos, la garganta muy inflamada y sin voz. A las 9:15 tenía la visita.
La doctora que me atiende se limita a recetarme Gelocatil e Ibuprofeno (un tratamiento genérico para casi cualquier cuadro sintomático típico de un catarro/gripe) además de reposo en cama, ya que es un cuadro gripal y no es necesario antibióticos.
De acuerdo, me tomo religiosamente el Gelocatil y el Ibuprofeno a las horas que me toca, además de ingerir cantidad abundante de infusiones, zumos y agua, y de comer cosas ligeras (todo esto también me lo había aconsejado la doctora). Hoy jueves, 4 días después, no tengo fiebre pero sigo igual del resto de cosas. Vuelvo a coger hora de urgencia. Otra vez tengo hora a las 9:15h y me toca otra doctora. He salido peor que he entrado de la consulta..
En esta ocasión la doctora no me escucha. No me deja hablar y explicarle qué me sucede (algo básico pienso yo). Se limita a hablar y hablar. Que beba muchos líquidos, y reposo vocal absoluto. No me deja comentarle nada de la mocosidad, ni de la tos ni de que en una ocasión anterior el ibuprofeno no fue suficiente para la inflamación de mi garganta… Al final he tenido que «gritar» (si es que se puede llamar así porque no tengo voz y me ha salido algo parecido a un silbido), decirle a la doctora si es capaz de callarse unos segundos para dejarme que le explique mis síntomas y si es capaz, aunque sea por educación y profesionalidad, de mirar mi historial en el ordenador, que para eso se introducen las cosas en el ordenador. Total que al final me ha recetado un antiinflamatorio más fuerte para la garganta pero no me ha dejado comentarle nada de la mocosidad y la tos persistente.
Cuando he salido he puesto una reclamación por la atención recibida por esta doctora, no voy a dar nombres para no meterme en problemas, y por la organización del centro pues, las colas son un desastre.
Hasta 3 colas he visto a la vez, ocupando todo el vestíbulo del CAP, colas que además avanzan a un ritmo de risa pues sólo hay 2 personas en el mostrador. ¿Lo más bueno? He tenido que esperar esta cola para que me dieran el parte de confirmación de baja (en lugar de dármelo la doctora que me acaba de visitar y que me lo ha solicitado). Pero lo mejor viene ahora.
En la visita exprés que me ha propinado dicha doctora, cuando le he comentado que la vez anterior que tuve una disfonía aguda me tuvieron que recetar otro tipo de antiinflamatorio, ya que la doctora vio que el Ibuprofeno era demasiado flojo para mi caso concreto, me suelta: «Ya, bueno, para estas cosas tiene usted que visitar a su médico de cabecera«. Me ha hervido la sangre y le he dicho: «¡qué más quisiera yo que me visitara mi doctora de cabecera, que es una doctora de verdad, y no usted!. Lo que pasa que hasta el día 14 de Noviembre no me dan visita, ¿sabe?»
Sí, como lo estáis leyendo. Resulta que si pido una visita ordinaria para mi doctora hoy día 21 de Octubre, no me dan visita hasta el 14 de Noviembre WTF!. ¡Qué vergüenza!. Eso para una receta pues vale… pero cuando uno está enfermo de verdad… Que yo vengo aquí porque estoy enfermo, no quedo un día para jugar al mus, ¿sabe? Y de urgencia, tampoco te toca tu doctor/a, ¿entonces? ¿para qué tiene uno asignado un médico si nunca puede visitarlo? Me parece muy fuerte la verdad.
Por último, el remate final es que a la doctorucha que me ha atendido se le ha estropeado el PC, se le ha estropeado mientras terminaba mi visita exprés, y se ha cambiado de sala. ¿Creéis que ha avisado a las personas que estaban esperando de urgencias? Ya os lo digo yo: no. Cuando alguien, de los que estaban esparcidos por las colas del vestíbulo, preguntaba por la doctora de urgencias, yo, que estaba por ahí en las colas también esperando para recoger mi parte de confirmación de baja, he sido quien les he ido diciendo que se había cambiado de puerta. Es decir, la gente esperando y ni la doctora avisa a los posibles pacientes que esperan ni ningún otro personal sanitario avisa o pone un pequeño cartel en la puerta avisando del cambio.
Nos tratan como a borregos y la organización del centro cada vez que tengo que ir veo que va a peor. Y a todo esto, además, me gustaría, algún día, no sé, quizás lo ponga en la carta de los Reyes Magos del próximo año, que la próxima vez que tenga que pisar el centro para una visita médica, me pueda atender mi doctora que para eso tengo asignada una doctora de cabecera (de la que he de decir que siempre me ha atendido muy atentamente). ¿Me concederán mi deseo sus majestades los Reyes?